Archivo Municipal de Isla Cristina, Leg. 36, Libro de Actas de la Comisión Municipal Permanente, de 1926 a 1952
Acta de la Sesión de 24 de agosto de 1929 sobre construcción de un puente entre Isla Cristina y Punta del Caimán
La Comisión Municipal Permanente, de la que exponemos aquí el primero de sus libros de Actas, es uno de los órganos de gobierno que posee un Ayuntamiento, en el que están representados, en este caso, el Alcalde y los distintos Tenientes de Alcalde.
La serie de Actas de la Comisión Municipal Permanente se inicia en el Archivo Municipal de Isla Cristina a partir del año 1926, encontrándose encuadernada en diferentes libros.
De las diferentes sesiones celebradas por dicha Comisión Municipal Permanente hemos escogido la perteneciente al 24 de agosto de 1929, presidida por el entonces Alcalde, Emiliano Cabot Alfonso, y de la que también formaban parte los munícipes José Bermúdez Feria, Miguel Mirabent Pérez y Antonió Fumadó Rodríguez, actuando como secretario el que lo era de la corporación, Juan Prieto.
En ella el Alcalde expuso, tal y como se le encomendó en la sesión del día 10 de dicho mes, el presupuesto para la construcción de un puente de madera provisional que pusiera en comunicación la barriada de Punta del Caimán con Isla Cristina, y que ascendía a dos mil setecientas cincuenta pesetas (algo más de dieciséis euros).
La Comisión acordó por unanimidad aceptar el presupuesto e iniciar la construcción del mismo, con cargo al capítulo de imprevistos del presupuesto municipal.
Este puente serviría durante muchos años para que la población pudiera transitar peatonalmente entre uno y otro de los núcleos urbanos, sin tener necesidad de vadear el Caño del Cepo. Hasta la desecación de dicho caño fueron al menos dos los puentes que se construyeron para el mismo fin, estando situado a la altura del cruce de la calle Miramar en su confluencia con la Gran Vía de Román Pérez Romeo y la Avenida Federico Silva Muñoz.
Hoy en día la separación física entre Punta del Caimán e Isla Cristina es inexistente, si bien la barriada marinera conserva unas características especiales y diferenciadoras que enriquecen a la ciudad por su forma de vida, costumbres y tradiciones.
