Documento del mes: julio de 2016

Archivo Municipal de Isla Cristina, Leg. 707, Planos, Actas y Copia de Escritura, referentes a la concesión de terrenos del Estado al Ayuntamiento y cesión de estos a D. Manuel Domínguez Santiago para construir un muelle público.

Probablemente, durante la larga y fructífera etapa durante la cual Román Pérez Romeu fue Alcalde de Isla Cristina, la labor urbanística más destacada fue la concesión de terrenos de marismas por parte del Estado al pueblo de Isla Cristina para poder rellenarlos y organizar el crecimiento de la población hacia el sur de la misma. Es lo que popularmente se ha conocido siempre como “los terrenos del dragado”.

Para llevar a cabo tan magna obra, el Ayuntamiento, una vez obtenida la cesión estatal de los susodichos terrenos mediante Real Orden de 7 de agosto de 1920, acordó cederlos a su vez a Manuel Domínguez Santiago para que éste se encargase del relleno, y su posterior venta, devolviendo al municipio ya urbanizados los necesarios para vías públicas.

La escritura entre el Ayuntamiento y el señor Domínguez Santiago se formalizó el 29 de marzo de 1924 ante nuestro ilustre Notario, Blas Infante.

Antes de este proceso, el Ayuntamiento, que había obtenido del Estado un total de 116.745 metros cuadrados, ya había cedido algunos para la construcción de fábricas a los señores Fumadó y Ortiz; José Rodríguez Vidal; José Pichel García; Braulio Flores Obiol; Manuel Olías Camacho; José Soler y Barcia; señores Romeu y Compañía; etc., por lo que en realidad traspasó a Manuel Domínguez Santiago la cantidad de 90.247 metros cuadrados, donde, a la postre se levantarían la actual Gran Vía de Román Pérez Romeo y todas sus calles adyacentes: Conde de Vallellano, Conde de Barbate, Antonio Garelly, Portugal, Compositor Jiménez Vaquero, Ayamonte, Rábida, etc.

En el plano, uno de los muchos que contiene el expediente, tiene una escala 1:2.500, y en él se puede observar todo el muelle de la población, con especial detalle de las fábricas y calles que a él daban, indicándose sus propietarios, y señalando, además, el espacio de los nuevos terrenos.

Manuel Domínguez Santiago, a través de los beneficios obtenidos por este ventajoso negocio, nos legó a la Isla Cristina actual uno de los más bellos edificios de la ciudad, la Casa de la Aduana, que con anterioridad fuera su domicilio particular, enclavada hoy en la calle del Prado, esquina a Armada Española, singular obra de 1925 bajo diseño del famoso arquitecto regionalista Aníbal González.