Alrededor de la medianoche, la Virgen del Mar, patrona de la barriada marinera de Punta del Caimán, regresó al templo que lleva su nombre, tras sendas procesiones extraordinarias para conmemorar la imposición de la Medalla de la Ciudad.
El viernes, tras la colocación de la máxima distinción que otorga el ayuntamiento isleño, colocada por la alcaldesa, Montserrat Márquez, la Virgen procesionó por las calles del conocido como Barrio Nuevo o cariñosamente «Allá Arriba», pasando por la capilla de San Francisco de Asís, Hermandad del Gran Poder, Piedad y Santo Entierro o Flagelación y descansar en el interior de la capilla del antiguo Grupo Escolar de Ntra. Sra. De Los Ángeles, situada en el centro cultural-religioso de La Ermita.
Durante toda la noche, la Hermandad Sacramental de Ntra. Sra. del Mar, organizó una vigilia con turno de velas para acompañar en todo momento el paso hasta las 20,30 horas del sábado que volvió a salir en procesión por calles que, en algunos casos, era la primera vez que transitaba, como las cercanas al Casco Histórico, con visita a la Asociación Isleña para la Defensa de Personas con Discapacidad (Asidem), la Iglesia de Ntra. Sra. de Los Dolores o la Residencia para Personas Mayores Ntra. Sra. del Carmen, donde, a sus puertas esperaban muchos de sus inquilinos.
Acompañando a la Virgen, además de su Junta de Gobierno, otras Hermandades de Penitencia y Gloria de la localidad, tanto de Isla Cristina como de la barriada ayamontina de Punta del Moral; y toda la Corporación Municipal, encabezada por la Primera Teniente de Alcalde, Isabel López.