Documento del mes: abril de 2017

Archivo Municipal de Isla Cristina, Leg. 568, Expediente seguido para la creación de una Casa de Socorro.

Los problemas sanitarios han sido siempre una preocupación constante para la población, sobre todo en una época como la que se refiere el documento de este mes, que el acceso a la misma variaba dependiendo del nivel de renta de los ciudadanos.

La asistencia a la población más desfavorecida, fuera de episodios epidémicos, dependía de la beneficencia municipal, de ahí que existan numerosos testimonios documentales sobre pagos tanto a médicos como a farmacéuticos por facilitar medicinas gratuitamente.

Con el tiempo, esto desembocaría en la construcción de una Casa de Socorro, entidad con el que hemos denominado a varios edificios públicos en Isla Cristina; el llamado “hospital” situado en la actual Plaza de la República Dominicana o el actual Centro de Salud de la Avda. Arquitecto Aramburu.

En estos días donde el Centro Hospitalario de Alta Resolución de la Costa Occidental de Huelva está en boca de todos, y que cubrirá a la población de Isla Cristina, traemos este expediente para la creación de una Casa de Socorro.

La iniciativa surge de un isleño, titulado como practicante de cirugía, llamado Antonio Ortiz Garcés.

Él será el que aduciendo el aumento de la población y los accidentes que continuamente se producen en el trabajo, solicite la creación de una primera Casa de Socorro que sirva como lugar propicio para efectuar las primeras curas necesarias sin tener que desplazarse los enfermos a Huelva.

Antonio Ortiz proponía, además, que se dotase esta Casa de Socorro con mil pesetas, y se ofrecía a atenderla, dotándola de cama, toallas, palanganas, y todo lo demás necesario para la misma.

Sin embargo, el Ayuntamiento, presidido por José Antonio Zarandieta Roselló, que había tomado posesión el uno de ese mes de enero, desestimó la petición dado que las condiciones actuales del servicio no lo demandaban por el momento.

Por tanto, la Casa de Socorro de Isla Cristina solicitada en 1910 tuvo que esperar por decidirlo así la corporación de entonces por unanimidad.